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martes, 2 de octubre de 2012

La Empresa Española COSMO compró los 7 CRJ de la ex PLUNA

Nacional - SUBASTA  02.10.2012  ACTUALIZADO 07:41


Mesura y muchas dudas luego del remate de los aviones de Pluna

El gobierno tiene “satisfacción” por resultado de la subasta de los aviones que pertenecieron a Pluna, pero mantiene incertidumbre sobre el destino que los compradores darán a las aeronaves

+ Martín Viggiano


El gobierno pretende negociar con la empresa española Cosmo, que adquirió en el remate de ayer los siete aviones Bombardier CRJ900 de la exPluna, la instalación de una aerolínea para asegurar puestos de trabajo a los exempleados de la aerolínea de bandera y recuperar la conectividad aérea. El sentimiento generalizado ayer en el Poder Ejecutivo era de satisfacción por haber salvado el primer escollo que dejó la liquidación de la compañía. Sin embargo, las dudas sobre qué harán los inversores europeos persistían ayer en Torre Ejecutiva, donde primó un “mesurado optimismo”, según dijo a El Observador una fuente oficial.

Por US$ 137 millones un representante de Cosmo (una firma de la que se sabe muy poco) se quedó con el lote único de siete aviones que formaban parte de la flota de Pluna. Pero nadie sabe a ciencia cierta para qué y por qué los españoles ofertaron por las aeronaves.

Nadie los esperaba ayer en el predio de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) del Prado. Tal es así que el representante de la empresa, Antonio Sánchez, llegó sólo en un remise pocos minutos antes de la subasta, y casi no lo dejan entrar.

Anoche, en tanto, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, llamó a la prensa a la Torre Ejecutiva para leer una declaración. Luego no aceptó preguntas. Dijo que está a la espera de lo que proponga la empresa ganadora del remate, y prometió continuar con el trabajo para cumplir con los otros objetivos planteados desde que cerró Pluna.

“Los adquirió la empresa Cosmo de capitales españoles”, fue lo único que dijo el secretario de Estado sobre los compradores.

Ahora la empresa española tiene 30 días para confirmar la compra de los aviones. Para participar ayer, presentó un aval bancario con el depósito de US$ 13.688.516, por lo que, en el caso de no hacerlo, perdería ese monto. En esos 30 días es que el gobierno pretende negociar.

Sin embargo, el representante de Cosmo se marchó sin fijar una reunión con el gobierno y no está claro cuándo se negociará.

La ley y la reglamentación de la subasta plantea como una posibilidad la creación de una empresa aérea de bandera con la incorporación de personal uruguayo y la adjudicación de las frecuencias que tiene en reserva el gobierno para volar el puente aéreo con Buenos Aires (el negocio más rentable que tenía Pluna), y otros destinos de Argentina, Brasil, Chile y Paraguay.

Ayer, en reuniones informales una vez terminada la subasta, y mientras cumplía con trámites de rigor en el Prado, Sánchez manifestó que Cosmo tenía la intención de llevarse los aviones para arrendarlos en Europa. También, según comentó el presidente de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viaje, Sergio Bañales, existe la posibilidad de que Cosmo mantenga algunos de los siete Bombardier para realizar operaciones desde Uruguay a la región.

En caso de llevarse los aviones, los empresarios españoles deben pagar al contado los US$ 137 millones (o negociar con The Bank of Nova Scotia para hacerse cargo de las cuotas) y no existiría posibilidad de una garantía del Estado, según explicó a El Observador el presidente del fideicomiso que administra la subasta, Javier Liberman.

Esa hipótesis liberaría al gobierno de las dudas y de asumir un riesgo innecesario, sobre todo teniendo presente la traumática experiencia con Leadgate. Ese escenario, de todas formas, lo obliga a negociar por otro lado la inserción laboral de algo menos de 900 trabajadores mediante la instalación de otra aerolínea que permita terminar de recuperar la conectividad aérea.

Para recibir una garantía del Estado por hasta 75% del precio de pago de los aviones, los españoles deberían acceder a crear una aerolínea de bandera. Este último escenario, en cambio, abre lugar a incertidumbre y da lugar a riesgos, aunque tenga aspiraciones el gobierno de hacer caja al otorgar una garantía.

De la subasta de ayer participaron tres oferentes, pero sólo Cosmo levantó la paleta blanca con el número 1 impreso en negro.

El Grupo Macri quedó por el camino al no poder presentar en tiempo y forma el aval bancario, requisito previo para participar. En vez de un comprobante de un banco uruguayo o del Banco de Seguros del Estado, la firma propiedad del empresario ítalo-argentino Franco Macri llevó el de una aseguradora argentina, lo que no fue aceptado por el gobierno. Fue por ello que la subasta se demoró ayer y comenzó a la hora 15.30, en vez de las 15, como estaba previsto.

Según pudo saber El Observador, el gobierno intentó sin éxito desde el 12 de octubre (cuando se suspendió en primera instancia la subasta) ofrecer a Qatar Airways la participación en el remate, debido a que ya opera en la región y por tercer año consecutivo es considerada la mejor aerolínea del mundo.

Para el ministro Pintado se “cumplió una etapa” y ahora comienza otra. “Estamos a la espera de las decisiones del adquirente, respecto a cuál será la decisión que tomará respecto al destino de las aeronaves. “A partir de mañana continuaremos trabajando con profesionalismo y alto compromiso para alcanzar los objetivos que nos planteamos inicialmente”, insistió.

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