Desde el Aeropuerto de Morón partirá una aeronave que rememorará el célebre vuelo del piloto e ingeniero don Jorge Newbery llamado "doble cruce del Rio de la Plata"
algo de historia....(prensa.argentina.ar)
Historia
Desde los comienzos de la aviación y especialmente a partir de 1910, atravesar el Río de la Plata en aeroplano se constituyó en la prueba más apasionante para los precursores de esta actividad. Sin dudas, el desafío que significaba por ese entonces cruzar por primera vez una distancia tan extensa sobre el agua contando solo con una precaria aeronave, era la aventura que todos querían emprender.
Jorge Newbery era uno de ellos. Su figura en aquellos años ya lograba trascendencia mundial por sus demostraciones en globos aerostáticos y aeroplanos. Había realizado en solo 3 años unas 40 ascensiones en globo y poseía el récord sudamericano de altura y de distancia.
En 1912, ante una invitación de Aarón de Anchorena que ofrecía una recepción en su estancia de Uruguay, Newbery vio propicia la oportunidad para probar que por primera vez se podía realizar el cruce del Río de la Plata en aeroplano y así demostrar las ventajas del uso de “este nuevo medio de transporte”.
El día de la reunión, 24 de noviembre de 1912, varios yates zarparon hacia Uruguay. En uno de ellos, el lugar reservado a Newbery quedó vacío.
Ese día, el padre de la aeronáutica argentina se trasladó a los campos de "El Palomar", mas precisamente a la recién fundada Escuela de Aviación Militar. Allí alistó al monoplano “Bleriot XI” bautizado “Centenario” alojando en su fuselaje un tubo de tela cauchutada inflado a manera de flotador. Se colocó en la cintura un salvavidas y finalmente a las 06:30 horas decoló para dirigirse hacia el Río de la Plata, pasando al norte del pueblo de San Isidro a 1.300 metros de altura y poniendo rumbo a la República Oriental del Uruguay.
Durante sus primeros minutos de vuelo y como expresión de apoyo, fue acompañado por un aeroplano “Farman” de la Escuela de Aviación, tripulado por otro famoso piloto de la época, el Ingeniero Alberto Roque Macias.
El vuelo de Newbery recorrió serenamente una distancia de 70 kilómetros (52 km. de ellos realizados sobre el agua), a una velocidad promedio de 114 km. por hora, hasta divisar el casco de la estancia de Anchorena cercano a la costa uruguaya. Luego de un largo planeo y dos pasadas a baja altura para reconocer el terreno, efectuó el aterrizaje ante el júbilo y admiración de los presentes. Habían transcurrido 37 minutos desde que partiera desde "El Palomar".
Jorge Newbery participó de la magnifica recepción brindada por Aaron de Anchorena, donde el tema dominante de la reunión fue la aventura de su vuelo. A las 17:20 horas inició el regreso con el "Bleriot XI". Un fuerte viento de frente lo obligó a volar a una altura de 800 metros y disminuir la velocidad a 79 km. por hora. Ingresó a Buenos Aires por la zona de Belgrano, para aterrizar finalmente en “El Palomar", luego de 53 minutos netos de vuelo, donde lo aguardaban amigos y periodistas, ante quienes expresó: “Un vuelo como este da fuertes emociones, tan grandes que compensan el peligro que pueda tener. Lo he hecho, porque deseo levantar el espíritu nacional y despertar el entusiasmo que es necesario para que la aviación viva y triunfe en el país".
El diario porteño "La Argentina" publicó una fotografía que trajo Newbery del "Bleriot XI" rodeado por el público uruguayo el día anterior, lo que en materia informativa sucedía por primera vez en Argentina. Los títulos anunciaban que Newbery había llevado a cabo una de las mayores hazañas aéreas de la aviación mundial.
Desde los comienzos de la aviación y especialmente a partir de 1910, atravesar el Río de la Plata en aeroplano se constituyó en la prueba más apasionante para los precursores de esta actividad. Sin dudas, el desafío que significaba por ese entonces cruzar por primera vez una distancia tan extensa sobre el agua contando solo con una precaria aeronave, era la aventura que todos querían emprender.
Jorge Newbery era uno de ellos. Su figura en aquellos años ya lograba trascendencia mundial por sus demostraciones en globos aerostáticos y aeroplanos. Había realizado en solo 3 años unas 40 ascensiones en globo y poseía el récord sudamericano de altura y de distancia.
En 1912, ante una invitación de Aarón de Anchorena que ofrecía una recepción en su estancia de Uruguay, Newbery vio propicia la oportunidad para probar que por primera vez se podía realizar el cruce del Río de la Plata en aeroplano y así demostrar las ventajas del uso de “este nuevo medio de transporte”.
El día de la reunión, 24 de noviembre de 1912, varios yates zarparon hacia Uruguay. En uno de ellos, el lugar reservado a Newbery quedó vacío.
Ese día, el padre de la aeronáutica argentina se trasladó a los campos de "El Palomar", mas precisamente a la recién fundada Escuela de Aviación Militar. Allí alistó al monoplano “Bleriot XI” bautizado “Centenario” alojando en su fuselaje un tubo de tela cauchutada inflado a manera de flotador. Se colocó en la cintura un salvavidas y finalmente a las 06:30 horas decoló para dirigirse hacia el Río de la Plata, pasando al norte del pueblo de San Isidro a 1.300 metros de altura y poniendo rumbo a la República Oriental del Uruguay.
Durante sus primeros minutos de vuelo y como expresión de apoyo, fue acompañado por un aeroplano “Farman” de la Escuela de Aviación, tripulado por otro famoso piloto de la época, el Ingeniero Alberto Roque Macias.
El vuelo de Newbery recorrió serenamente una distancia de 70 kilómetros (52 km. de ellos realizados sobre el agua), a una velocidad promedio de 114 km. por hora, hasta divisar el casco de la estancia de Anchorena cercano a la costa uruguaya. Luego de un largo planeo y dos pasadas a baja altura para reconocer el terreno, efectuó el aterrizaje ante el júbilo y admiración de los presentes. Habían transcurrido 37 minutos desde que partiera desde "El Palomar".
Jorge Newbery participó de la magnifica recepción brindada por Aaron de Anchorena, donde el tema dominante de la reunión fue la aventura de su vuelo. A las 17:20 horas inició el regreso con el "Bleriot XI". Un fuerte viento de frente lo obligó a volar a una altura de 800 metros y disminuir la velocidad a 79 km. por hora. Ingresó a Buenos Aires por la zona de Belgrano, para aterrizar finalmente en “El Palomar", luego de 53 minutos netos de vuelo, donde lo aguardaban amigos y periodistas, ante quienes expresó: “Un vuelo como este da fuertes emociones, tan grandes que compensan el peligro que pueda tener. Lo he hecho, porque deseo levantar el espíritu nacional y despertar el entusiasmo que es necesario para que la aviación viva y triunfe en el país".
El diario porteño "La Argentina" publicó una fotografía que trajo Newbery del "Bleriot XI" rodeado por el público uruguayo el día anterior, lo que en materia informativa sucedía por primera vez en Argentina. Los títulos anunciaban que Newbery había llevado a cabo una de las mayores hazañas aéreas de la aviación mundial.