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sábado, 22 de junio de 2024

110 años del fallecimiento del primer mártir de nuestra aviación nacional, Ricardo Detomasi.

 El año 1914 no fue cualquiera para el Rio de la Plata, se recibían los pilotos uruguayos Eduardo Bonilla (mayo de 1914 brevet Nro. 41 del Aero Club Argentino) y Ricardo Detomasi (brevet Nro. 43 del Aero Club Argentino) siendo el Instructor el francés Marcell Paillette. Ya otros dos uruguayos habían obtenido el brevet, siendo Mario Garcia Came en Francia y el C/N Atilio Frigerio.

Detomasi debido a su gran profesionalismo en obtener el brevet quedó como 2do. Instructor del Aero Club y mas adelante Director Interino.
A todo esto, Angel Salvador Adami era enviado a dicha Escuela de vuelo para también obtener tan ansiado brevet civil que lo obtendría el 21 de junio de ese mismo año siendo el Nro. 51.
Las aeronaves de aquel entonces eran Farman biplano, Castaibert y Morane Saulnier, como anécdota el 1° de octubre obtiene el brevet Amalia Figueredo la primer mujer Argentina y Sudamericana a los mandos del instructor uruguayo Detomasi.
Detomasi regresó a Uruguay, en su bleriot y realizó varias giras por Canelones, San José y Montevideo (Maroñas) exhibiendo su aeroplano y brindando show de acrobacia, también promocionando la aviación deportiva.
El 20 de junio de 1914 Detomasi daría un gran show aéreo el la Federación Sportiva de la ciudad de San José, con entradas agotadas. Ese dia amaneció frio y ventoso con una temperatura de 8°c.
Despega con su Bleriot y hace varios vuelos algunos con acrobacia, al aterrizar algunos le sugirieron no hacer mas looping a lo que Ricardo contestó que el motor estaba en buenas condiciones.
En ese segundo vuelo encuentra la muerte, realizando un ascenso vertical hasta perder la velocidad y comenzó a caer de cola, el peso del motor hizo que la nariz fuera bajando y allí el ala derecha se desprende, a la vez tomara velocidad entrando en tirabuzón desplomándose sin ninguna sustentación. Su mecánico Juan Masset que estuvo presente, concluyó viendo los restos, que el cable del ala izquierda fue el primero en cortarse.
La caída de cola según los pilotos Domenjoz y Cattaneo eran muy arriesgadas, para Detomasi no había nada imposible.
Ricardo cumplió con su sueño de volar, murió haciéndolo siendo el primer martir de nuestra aviación nacional.
Los restos del aparato Bleriot fueron donados al Museo Aeronáutico, algunas piezas a personas allegadas en San José.
Texto extraído del libro "Detomasi un aviador sin limitaciones" de Juan Maruri.





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Montevideo, Montevideo, Uruguay